Muchas personas que dicen «siento vergüenza» no saben qué es la vergüenza, pues bien, es esa punzada de incomodidad que nos invade cuando no cumplimos las expectativas ajenas o cuando protagonizamos un traspié en público que nace de la autocrítica teñida por la mirada del otro.
¿Por qué todo me da vergüenza?
La propensión a al vergüenza varía entre individuos. Las personas más propensas son aquellas tímidas, sensibles, que captan fácilmente las emociones de su entorno y suelen prestarles especial atención.
También son más susceptibles quienes albergan una baja autoestima, considerándose torpes o ridículos. En ellos, incluso los pequeños deslices pueden desencadenar sonrojo y malestar. Además, la relevancia de los testigos del fallo aumenta la probabilidad de sentir vergüenza.
Este tipo de personas normalmente quieren aprender a cómo perder la vergüenza, pero para lograr esto hay que aprender cómo surge, y según los expertos, confluyen cuatro elementos:
- Un error propio: El individuo reconoce haber cometido una falta que él mismo considera reprochable.
- Repentino: El fallo ocurre de forma inesperada, sin tiempo para procesarlo y gestionar las emociones.
- Público: El error se desarrolla ante la presencia de otras personas.
- Importa la opinión: Al sujeto le preocupa el juicio que los presentes puedan formar sobre él
¿Dónde se origina la vergüenza?
Muchos no sabemos qué causa la vergüenza, la respuesta es depende, puede ser desde experiencias traumáticas en la infancia hasta normas culturales y sociales internalizadas. La educación, la familia, la religión y la sociedad en general juegan un papel importante en la formación de nuestras percepciones de lo que es vergonzoso y lo que no lo es.
¿Qué tipo de vergüenza hay?
La vergüenza es una emoción compleja que puede manifestarse de diversas maneras según el contexto y la persona que la experimenta. Aquí hay algunos tipos comunes de vergüenza:
- Vergüenza personal: Esta es la vergüenza que experimentamos cuando sentimos que hemos fallado de alguna manera, ya sea por cometer un error, actuar de manera inapropiada o no cumplir con nuestras propias expectativas.
- Vergüenza social: Este tipo de vergüenza ocurre cuando creemos que hemos violado las normas o expectativas sociales y tememos el juicio o la crítica de los demás.
- Vergüenza corporal: La vergüenza corporal se refiere a la incomodidad o vergüenza que sentimos sobre nuestro aspecto físico, ya sea debido a nuestro peso, apariencia, o cualquier otra característica física que percibimos como defectuosa.
- Vergüenza cultural: Esto se refiere a la vergüenza que experimentamos debido a normas culturales o creencias que nos hacen sentir avergonzados por ciertas acciones, decisiones o aspectos de nuestra identidad que no cumplen con las expectativas de nuestra cultura o comunidad.
- Vergüenza tóxica: Este tipo de vergüenza es persistente y paralizante, y puede ser causada por experiencias traumáticas pasadas, abuso emocional o cualquier otro factor que erosione la autoestima y el sentido de valía de una persona.
- Vergüenza ajena: El sentir vergüenza ajena ocurre cuando sentimos vergüenza en nombre de otra persona, generalmente debido a su comportamiento embarazoso, inapropiado o desafortunado. Puede surgir al presenciar a alguien haciendo o diciendo algo que consideramos vergonzoso, y podemos experimentarla incluso si no somos directamente afectados por la situación.
¿Qué hay detrás de la vergüenza?
La vergüenza puede tener raíces en una variedad de factores, incluidas las normas sociales, la autoevaluación negativa, el temor al rechazo, las experiencias pasadas y la sensación de falta de control. Reconocer y comprender estas influencias puede ayudar a las personas a manejar y superar la vergüenza de manera más efectiva.
¿Qué simboliza la vergüenza?
El sentimiento de vergüenza suele simbolizar una sensación de inferioridad, de no ser suficiente o de no estar a la altura de ciertas expectativas, ya sean nuestras o de los demás. También puede representar la sensación de vulnerabilidad y exposición ante los demás, lo que puede llevar a sentirnos avergonzados de aspectos de nosotros mismos que preferiríamos ocultar.
¿Cuál es el objetivo de la vergüenza?
Hay gente que no sabe qué hay detrás de la vergüenza, es importante entender que actúa como una señal que nos indica cuando hemos transgredido normas sociales o cuando nuestra conducta se desvía de lo que se considera aceptable dentro de un grupo haciéndonos sentir mal y pensar cosas como «siento vergüenza por esto». En un sentido más amplio, la vergüenza también puede tener un propósito adaptativo, ayudándonos a aprender de nuestros errores y a ajustar nuestro comportamiento para encajar mejor en la sociedad.
¿Cómo actúa una persona que siente vergüenza?
Muchas personas sufren las consecuencias de este sentimiento. Para algunos incluso las cosas normales que dan vergüenza pero se pueden comportar de distinta forma dependiendo de la situación. Aquí hay algunas formas en que alguien podría actuar cuando siente vergüenza:
- Evitación: Puede que la persona trate de evitar situaciones o personas que le recuerden la situación vergonzosa.
- Retirada: Es posible que al pensar algo como: «siento vergüenza en x situación» se retire físicamente o que evite el contacto visual con otras personas.
- Timidez: La persona puede volverse más reservada, tímida o retraída en su interacción con los demás.
- Autoconciencia excesiva: Puede que se preocupe demasiado por cómo es percibida por los demás, lo que puede llevar a una mayor autoconciencia y a una sensación de incomodidad.
- Cambios en el lenguaje corporal: Podría haber cambios en el lenguaje corporal, como encogerse de hombros, evitar el contacto visual o mantener una postura encorvada.
- Disculpas y justificaciones: La persona podría disculparse repetidamente por su comportamiento o tratar de justificarlo, tratando de minimizar la vergüenza que siente.
- Enmascaramiento: A veces, las personas cuando piensan «siento vergüenza de lo que está pasando» pueden tratar de disimular su vergüenza actuando de manera exageradamente segura o arrogante, como una forma de protegerse a sí mismas.
¿Qué genera la vergüenza?
La vergüenza no solo tiñe nuestro presente, sino que puede proyectar sombras en el futuro. Es fundamental comprender qué función tiene la vergüenza en nuestra vida social. Este sentimiento cumple una función social importante, ya que puede regular nuestro comportamiento para mantener la cohesión y las normas del grupo. Sin embargo, el temor a ser juzgados puede llevarnos a:
- Aislamiento social: Llegar a pensar «siento vergüenza por esto» puede hacernos evitar situaciones donde nos sintamos expuestos a la mirada crítica.
- Autoexigencia desmedida: Buscar la perfección para evitar errores y el consiguiente bochorno.
- Miedo al fracaso: Evitar asumir riesgos por temor a las burlas o el rechazo.
- Baja autoestima: Internalizar la crítica percibida, reforzando una imagen negativa de nosotros mismos.
¿Cómo dejar de tener vergüenza?
Muchas personas que suelen pensar cosas como «siento vergüenza por todo» se preguntan si «¿Es posible aprender a no sentir vergüenza?«, la respuesta es sí pero necesitarás dedicación y esfuerzo para lograr esto. Vencer la vergüenza implica:
- Replantear la mirada: Aceptar que todos cometemos errores y que la opinión de los demás no define nuestro valor.
- Desdramatizar las situaciones: Recordar que la mayoría de los fallos son intrascendentes y que la vergüenza suele ser pasajera.
- Enfrentar nuestros miedos: Exponernos gradualmente a situaciones que nos generan incomodidad para desensibilizarnos.
- Practicar el autocuidado: Cultivar una buena autoestima, rodearnos de personas positivas y desarrollar actividades que nos hagan sentir bien.
- Buscar ayuda profesional: Si la vergüenza limita significativamente nuestra vida, un psicólogo puede guiarnos en su gestión.
Hablando de la desensibilización, hemos hablado de este tema, asique puede que te interese si eres una persona muy sensible y sientes que todo te afecta demasiado.
¿Cómo sanar la herida de la vergüenza?
Algunas personas que han sufrido ciertas experiencias que le pueden hacer pensar «me avergüenza mi pasado» o «siento vergüenza por…» , lo que significa que lo que una persona considera insignificante, otra puede considerarlo muy importante.
Aquí te dejo algunos consejos para perder la vergüenza:
- Racionaliza tus pensamientos: Cuando sientas vergüenza, tómate un momento para analizar la situación. Pregúntate: ¿Es realmente tan importante como estoy pensando? ¿Qué dirían mis amigos o familiares si lo supieran? ¿Me importaría esto si le pasara a otra persona? En muchos casos, verás que la situación no es tan grave como la percibes inicialmente.
- Enfócate en lo positivo: En lugar de centrarte en cosas que de den vergüenza, haz una lista de tus cualidades positivas y logros. Recuérdate a ti misma todo lo que vales y lo mucho que tienes que ofrecer.
- Acepta que todos cometemos errores: Nadie es perfecto y todos cometemos errores en algún momento. Lo importante es aprender de ellos y seguir adelante. No te castigues por algo que ya pasó.
- Habla con alguien en quien confíes: Compartir tus sentimientos con un amigo, familiar o terapeuta puede ayudarte a sentirte mejor. Ellos pueden ofrecerte apoyo y una perspectiva diferente.
- Practica la autocompasión: Sé amable y comprensiva contigo misma. Todos tenemos días malos y momentos en los que nos sentimos avergonzados. No te exijas demasiado.
- Enfócate en el presente: No te quedes atrapada en cosas que dan vergüenza del pasado y que ya no puedes cambiar. En cambio, concéntrate en el presente y en lo que puedes hacer para sentirte mejor hoy.
- Busca ayuda profesional: Si la vergüenza te está causando un gran malestar o está interfiriendo con tu vida diaria, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a entender la raíz de tu vergüenza y desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables.
¿Cómo hacer para que se me quite la vergüenza?
Si bien la vergüenza es una emoción natural, es importante saber cómo perder la vergüenza en público, al hablar o en otro ámbito.
Para poder solucionar esto, aquí tienes algunos ejercicios para perder la vergüenza que puede que te ayuden:
- Diario de gratitud: Todos los días, tómate unos minutos para escribir en un diario tres cosas por las que te sientas agradecido. Esto te ayudará a enfocarte en aspectos positivos de tu vida y a contrarrestar los pensamientos negativos asociados con la vergüenza.
- Visualización positiva: En vez de recordar cosas vergonzosas, dedica unos minutos cada día a visualizar una situación en la que te sientes orgulloso de ti mismo o en la que te enfrentas a un desafío con éxito. Imagina todos los detalles y sensaciones positivas asociadas con esa experiencia. Esta práctica puede ayudar a reforzar tu confianza y autoestima.
- Carta de amor propio: Escribe una carta a ti mismo desde una perspectiva de amor y comprensión. Describe tus cualidades positivas, logros y momentos en los que te has enfrentado a la vergüenza con valentía. Lee esta carta cada vez que te sientas abrumado por sentimientos de vergüenza.
- Técnica del observador neutral: Cuando te encuentres en una situación que desencadena sentimientos de vergüenza, imagina que eres un observador neutral que simplemente observa la situación sin juzgarla. Esto puede ayudarte a distanciarte emocionalmente de tus pensamientos negativos y a ver la situación de manera más objetiva.